CAPERUCITA ROJA, EL LOBO Y EL OBJETO SECRETO
Se llevó a cabo durante el segundo viernes de clase, y estábamos muy entusiasmadas por saber que haríamos...
Tocaba la dinámica de cuentos, y exactamente el de ¡caperucita roja! Para mi, precisamente, era uno de los cuentos que más me gustaba en mi niñez, y de hecho, tengo que destacar que mi color favorito en la actualidad es el rojo. Respecto a las actividades a realizar, nuestra tarea era diseñar un objeto con el cual pudiéramos salvarnos del lobo, y para ello, teníamos que ponernos en la piel de caperucita, y sería solo entonces cuando podríamos llevarlo a cabo.
Al principio no sabíamos que hacer, pero en cuanto Pilar, nuestra profesora, nos puso música, nuestros cuerpos se animaron, al igual que nuestros cerebros y nuestra imaginación.
Por otra parte, destacar que para la creación de dicho objeto contábamos con diversos materiales, tales como: plastilina, papel, pegamento, tijeras, papeles de colores, cartulinas y pinturas.
Tras la elección de lo que íbamos a crear cada una, ¡tachán!, hicimos un pastel (de muy buen aspecto, por cierto), para que el lobo se lo comiera, se envenenase, y así poder escapar.
También una pócima que conseguiría convertirnos en invisibles para de ese modo poder huir del lobo y así llegar a casa.
Y por último, una bola con la que, al tirarla, generaría una bomba de humo, ayudando a fugarse.
De igual manera, queremos exponer que se trató de una clase muy divertida al igual que entretenida, y que nos gustó mucho volver a trabajar con plastilina, ya que fue como volver al pasado, recordando nuestra infancia. Nos sentimos libres de poder sacar a las niñas que llevamos dentro, ya que muy pocas veces lo hacen posible.
¡Estamos ya ansiosas de saber que será lo siguiente!
Al principio no sabíamos que hacer, pero en cuanto Pilar, nuestra profesora, nos puso música, nuestros cuerpos se animaron, al igual que nuestros cerebros y nuestra imaginación.
Por otra parte, destacar que para la creación de dicho objeto contábamos con diversos materiales, tales como: plastilina, papel, pegamento, tijeras, papeles de colores, cartulinas y pinturas.
Tras la elección de lo que íbamos a crear cada una, ¡tachán!, hicimos un pastel (de muy buen aspecto, por cierto), para que el lobo se lo comiera, se envenenase, y así poder escapar.
Y AL FIN ¡NUESTROS PODEROSOS OBJETOS PARA DERROTAR AL LOBO!
De igual manera, queremos exponer que se trató de una clase muy divertida al igual que entretenida, y que nos gustó mucho volver a trabajar con plastilina, ya que fue como volver al pasado, recordando nuestra infancia. Nos sentimos libres de poder sacar a las niñas que llevamos dentro, ya que muy pocas veces lo hacen posible.
Beatriz García
¡Estamos ya ansiosas de saber que será lo siguiente!
Gracias Beatriz, me alegra mucho que disgrutárais del taller, la próxima semana lo vamos a terminar. Te recuerdo que aunque lo compartiérais en equipo, la incubación y elaboración del objeto que ayuda a esta Caperucita que somos todas a vivir la gesta de entrar al bosque, es un proceso personal y vamos a mostrarlo en la clase cada cual la próxima semana
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